Inteligencia visual-espacial

Esta semana, hemos trabajado, a través del personaje del gato de Cheshire, la inteligencia visual-espacial , que se entiende como la capacidad de pensar y percibir el mundo en imágenes.


Esta inteligencia incluye la sensibilidad al color, la orientación, la línea, la forma, el espacio y las relaciones que existen entre estos elementos.
Y permite pensar en tres dimensiones, visualizando las formas desde sus distintos ángulos, lo que ayuda a reconocer una figura por sus formas, con independencia de la perspectiva tomada.


Por ello, hemos jugado en clase con las simetrías y, fuera del aula, con juegos de orientación espacial, como el escondite, gracias al cual nuestros alumnos obtuvieron el quinto objeto perdido de Alicia.

Como habréis podido ver, se llevaron a casa una careta de nuestro gato risón, conocido por su capacidad para aparecer y desaparecer y por cambiar la realidad continuamente.

En el aula de los cocodrilos, Estefanía (alumna de prácticas) nos ha enseñado durante toda esta semana programación y robótica, un tema que gusta mucho a los niños y que está muy relacionado con esta inteligencia.

Comenzamos escuchando un cuento con sombras chinas sobre un robot.

Para después aprender a ser "programadores". La actividad consistía en dirigir, por parejas, los movimientos de otro. La orden era sencilla: "Por favor robot ANDA", o ""por favor robot SALTA", de manera que el otro miembro de la pareja debía reproducir la orden del programador.

Una vez entendido esto, Estefanía nos explicó que los programadores utilizan unos comandos (en nuestro caso tarjetas) para programar a sus robots y que hagan lo que ellos dicen. Así que, esta vez con las tarjetas, volvimos a jugar por parejas.

En la segunda sesión, estuvimos trabajando a programar sobre un plano. Y es aquí donde reapareció nuestro querido BEEBOT, a quien estuvimos programando para llegar a las coordenadas indicadas por Estefanía.

La tercera sesión estuvo destinada a conocer lo que son los ENGRANAJES, que son las piezas que encajamos unas con otras para conseguir que el robot se mueva. Y descubrimos que también necesitábamos un motor que hiciera moverse el primer engranaje y, en consecuencia, todos los demás. Para ello, nos trajo el juego "FUNNY CUBES" con los que estuvimos aprendiendo el sistema de fabricación de un robot.

Y también jugamos al siguiente juego de programación:

PINCHA AQUÍ PARA JUGAR

(Empezad desde la etapa 4)

Y el último día, Estefanía nos trajo una gran sorpresa. ¡¡¡Íbamos a construir nuestro propio robot!!! Por equipos de 5 o 6 programadores, nos entregó una caja de legos y fuimos siguiendo las instrucciones que nos daba. Cada programador ponía una pieza y, con mucho cuidado, pasaba el robot a su compañero, trabajando de manera cooperativa.

El resultado, una vez programado nuestro robot fue éste. ¡¡¡Nos encantó!!!

Así que metimos nuestros cocodrilos robóticos en la caja de Alicia para que les ayudaran a buscar más objetos.

Nos sentimos muy afortunados de tener a Estefanía con nosotros, hemos aprendido un montón de cosas de ti. ¡¡¡Te queremos!!!

Para terminar, os dejamos como cada semana algunas sugerencias para trabajar desde casa la inteligencia visual-espacial:

• Jugar en casa con el juego de programación que os hemos indicado anteriormente. Hay varios niveles de dificultad. Empezad por el número 4. Podéis jugar desde el ordenador o Tablet.
• Familiarizarse con la lectura de mapas y planos.
• Hacer puzles, sobre todo en 3D.
• Manejar coches teledirigidos, robots, laberintos de juguete, etc.
• Realizar esculturas con plastilina, barro, arena o arcilla.
• Llevarles a museos de arte contemporáneo, donde la obra interactúa con ellos.
• Dibujar con ellos y hacerles pintar con diferentes materiales, haciendo collage de colores y texturas.